Por: Alejandra Palestino
El pasado miércoles 23 de octubre, el congreso de Nuevo León, aprobó con 35 votos a favor, 5 en contra y una abstención, reformas a la Ley Estatal de Salud para aprobar la -tan polémica- “objeción de conciencia”, modificación de ley impulsada por el Diputado Juan Carlos Leal del Partido Encuentro Social (PES).
¿Qué es la objeción de conciencia?
El Congreso de Nuevo León la define como la negativa de doctores u enfermeras a “realizar determinados actos o servicios derivados de una orden de autoridad o de una norma jurídica, cuando éstos contradicen sus propios principios éticos o morales”.
Si bien la medida es legal a nivel federal desde 2009 y aprobada en estados como Aguascalientes, Jalisco, Yucatán o la Ciudad de México, en el contexto de Nuevo León toma matices que parecieran imponer una “única conciencia”, lo cual podría vulnerar los derechos humanos de minorías como miembros de la comunidad LGTBI+, pacientes con VIH, personas indígenas o mujeres que requieran un aborto por violación o porque la madre está en riesgo.
En marzo de este año, el Congreso Local de Nuevo León aprobó modificaciones en su Constitución con el objetivo de defender la vida desde la concepción y hasta la muerte natural, poniendo un fuerte candado a la legalización del aborto. Estas modificaciones fueron impulsadas y apoyadas por el Frente Nacional por la Familia y el Frente Familias Fuertes Unidas por Nuevo León (quienes ya han tenido diputados panistas y priístas en sus filas). Tan sólo en este año, estos movimientos se han opuesto al uso de uniformes neutrales en las escuelas, han acusado que en la Feria Internacional del Libro, la Comisión Estatal Electoral (CEE), a través de un libro infantil estuvo imponiendo y promoviendo ideología de género a los niños, y también buscado cancelar eventos recreativos - como el show de Carlos Ballarta - por considerarlos “nocivos para la sociedad” o “satánicos”.
Cuando los congresistas son emanados de partidos políticos con raíces evangelistas (PES) o son miembros de movimientos como el Frente Nacional por la Familia (PAN y PRI), ¿deja el estado de ser laico? ¿Busca el estado imponer una conciencia única?
La objeción de conciencia reconoce que el personal médico tiene derecho a tener valores y moral personales y estos tienen el derecho a informar a sus pacientes de ello; pero cuando los legisladores carecen de profesionalismo, se les olvidan pequeños detalles al momento de crear o modificar leyes, y se les olvida aclarar que en todos los hospitales y centros de salud también debe haber médicos no objetores de conciencia, para así garantizar el respeto a los derechos humanos y de salud de todas las personas, sin importar su raza, credo o preferencia sexual.
Parece que el Congreso Local de Nuevo León no se conformará con las modificaciones a la Ley Estatal de Salud en materia de objeción de conciencia y llevará este tema al Código Civil, en este caso Nuevo León cerraría las puertas al matrimonio entre personas del mismo sexo y podría negar divorcios sin causales, por ejemplo.
En mi opinión, este Congreso Local de Nuevo León tiene a sus habitantes -en materia de Derechos Humanos- más cerca de la Edad Media que del Siglo XXI.
*Las opiniones vertidas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, la forma de pensar de la Revista El Aguachile.
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