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¿De Superdelegados a Supercandidatos?


El pasado 24 de noviembre se aprobó en el Senado la creación de unidades

administrativas llamadas “Delegaciones de Programas para el Desarrollo”, los

famosos superdelegados que representarán al gobierno de AMLO a nivel estatal.


¿Cuáles serán sus funciones? ¿Qué problemas puede acarrear? ¿Las

delegaciones serán un semillero de personajes candidateables formando una base

sólida de votantes para Morena?


Menos burócratas, más gasto social


Actualmente las dependencias del Gobierno Federal operan en los distintos

estados del país mediante delegaciones, que sirven para apoyar a dichos órganos

en la aplicación de normas, planes y programas del Poder Ejecutivo Federal, así

que la idea no es nueva.


El nuevo gobierno resalta que existen 2 mil 300 delegaciones, subdelegaciones

y oficinas ejerciendo más de 5 mil atribuciones, sin certeza respecto a la

cantidad de trabajadores que laboran en ellas, las funciones que

desempeñan o el salario que perciben. Las próximas delegaciones liberarán 2

mil 180 millones de pesos que serán destinados a gasto social.


Funciones y atribuciones de los Superdelegados


Los representantes del nuevo poder Ejecutivo cumplirán diferentes funciones:


“…verificar las acciones estratégicas en materias prioritarias, y llevar a cabo

la supervisión del debido cumplimiento de la prestación de servicios y

trámites a cargo de las dependencias y entidades federales, en las

entidades federativas.”



Representantes de Morena insisten en que la figura de los superdelegados está

encaminada hacia el cumplimiento de programas sociales que beneficien a los

sectores más vulnerables del país, pero su peso político genera conflictos que

pueden ir desde la tensión entre gobernadores y superdelegados hasta la

desaparición de poderes en los estados.


El temor hacia los Superdelegados


Las principales voces que expresaron su preocupación respecto a los nuevos

representantes de AMLO son los distintos gobernadores de los estados que no

pertenecen al partido morenista. Los 14 gobernadores del PRI, en voz de Héctor

Atudillo (Gobernador de Guerrero) expresaron ciertas dudas:


“El Pacto Federal no conoce de autoridades intermedias. El adelgazamiento

de la burocracia, con el que estamos de acuerdo, no puede obstruir el

diálogo entre los estados y la federación... yo soy el gobernador de

Guerrero y seguiré cumpliendo con mis funciones, vamos a ver cuáles son

las del delegado, esperando que estén establecidas en la constitución”.


Mientras que, otros 6 gobernadores han tomado una postura mucho más enérgica

contra las delegaciones, e incluso contra los personas que estarían designadas en

ellas:


“El gobernador no atiende a mensajeros ni representantes de quién sabe

quién...esta figura recientemente inventada viola el pacto federal”. Silvano

Aureoles (Michoacán-PRD).


“Habrá coordinación, más no sumisión”. José Rosas Aispuro (Durango-

PAN/PRD).


“No estoy en contra del formato, sino de la persona designada como

delegado”. Carlos Joaquín (Quintana Roo-PAN/PRD).


Fuera de la clase política también existen señalamientos, la Comparmex señaló, que ésta no es la solución a la corrupción y la aplicación deficiente de los recursos, y diversos analistas pronunciaron su desacuerdo al respecto:


“A la luz de los ‘duartes’ y similares en este país, parece razonable; no está mal que haya un emisario federal, pero se puede volver corrupto en un ratito, basta una visita del narco poderoso local que le haga la famosa oferta de plata o plomo y ahí se acabó la honestidad; si plata o plomo es la opción, pues plata”. Julio Boltvinik Kalinka (investigador de El Colegio de México).


“La red distributiva que AMLO quiere tejer quizá funcione para saltar por encima de gobernadores corruptos o incompetentes pero revivirá un problema supuestamente superado: la fusión del partido con el gobierno”. Denise Dresser (analista).



Programas que administrarán los superdelegados.

Superdelegados ¿semillero de candidatos y escudo de Morena?

El partido de AMLO gobierna 5 entidades del país siendo la tercera fuerza política a nivel estatal. Por lo tanto, el resto de los gobiernos estatales son los únicos relativamente fuera del control del nuevo gobierno, quienes pueden representar cierta amenaza para sus intereses.


La tarea de los superdelegados de hacer cumplir los programas sociales federales puede impulsar el tejido de una red de votantes potenciales en la base de la pirámide, que aseguraría el apoyo a Morena en las elecciones intermedias e incluso protegería al Presidente de la revocación de mandato, la cual se planteó para la mitad del sexenio.


Además, aseguraría un contrapeso morenista en dichos estados, que podría forzar a los gobernadores a negociar con los delegados y supondría un control para los gobernadores que pertenecen al partido, previniendo posibles desafíos al poder central.


Una seguna ola Morenista encabezada por los Superdelegados


La ola de Morena que arrasó en la elección presidencial de 2018 responde más hacia una realidad coyuntural que a una base territorial sólida, la cual se podría construir al fortalecer los programas sociales, convirtiéndola en una fuerza política que trascienda al sexenio de AMLO.


Además, tener un intermediario entre el poder ejecutivo federal y estatal puede desencadenar otras consecuencias que podrían impactar a ambos como: debilitar el poder de acción de los gobernantes o generar disputas dentro de Morena para definir candidatos.

Ante la reciente aprobación de la figura de los superdelegados existen dos escenarios posibles: el primero, una administración pública mucho más eficiente y con mayor alcance de los programas sociales mediante los recursos ahorrados.


El segundo, la centralización del poder de la presidencia a través de una nueva estructura territorial con alcance electoral a largo plazo, cuya lucha de poderes puede impactar a los sectores vulnerables, manteniéndolos con lo mínimo posible.


En cualquier escenario se avistarán conflictos, no solo entre los partidos y el gobierno, también al interior de los mismos partidos, y especialmente en el caso de Morena.




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