Dra. Aribel Contreras Suárez
Ante el panorama cada vez más ensombrecido y entintado de sangre, sigue esta guerra sin fin. Vemos que algunas cadenas de suministro de alimentos siguen sufriendo grietas y otras están a punto de romperse. Tal y como lo describí en mi entrega titulada ¿Cadenas de suministro globales ‘oxidadas’?[1], en este mismo medio, los eslabones afectados ya no sólo son de la producción de mercancías en general, sino también de las alimenticias y energéticas. Las cadenas de suministro de mercancías se han ‘oxidado’ -desde la pandemia- como resultado de la globalización de la producción. Cualquier movimiento de China, se altera la proveeduría de todo lo que se manufactura al interior del país. Es decir, la política de “COVID cero” de Xi Jinping ha paralizado puertos, fábricas y operaciones directas e indirectas del comercio global. He de subrayar que el incremento mundial de los costos de transporte marítimo y la escasez de ciertos productos, empujan hacia una mayor inflación selectiva hacia algunos productos en particular. El Mar Negro requiere entintarse de color dorado para dejar salir a los buques mercantes con aceite de girasol. Lamentablemente los puertos están bloqueados por la guerra, el combustible escasea y sube de precio y, por si fuera poco, las tarifas de los seguros se han incrementado.
Además, en un escenario de guerra, esto se agudiza. El impacto de lo que Ucrania y Rusia producen y exportan, ha reconfigurado el comercio de varios bienes y sectores. Y en algunos casos, están afectando la seguridad alimentaria ante la falta de proveeduría de los granos primordiales como trigo, maíz, y cebada. Recordemos que el tema de la 'seguridad alimentaria' debe ser abordado de manera multidimensional al hacer frente a amenazas globales. Ya desde antes de la guerra, había alarmas encendidas porque comenzaba a tambalearse la proveeduría alimentaria tal y como lo vemos en la siguiente imagen con el Índice Global de Seguridad Alimentaria 2021. Se puede observar -en colores verde claro y amarillo- los países cuyo desempeño es moderado y que requerían ya atención desde el año pasado. Sin embargo, ante la coyuntura actual, los eslabones de las cadenas de alimentos se están rompiendo.
Dentro de los granos básicos que aseguran la alimentación, se ha resaltado el trigo por la gran relevancia que tiene en la dieta básica de diversos países ubicados en distintas partes del mundo. En la siguiente imagen se puede apreciar cómo está el panorama mundial del trigo.
Ahora centremos nuestra atención en el girasol.
Aceite de girasol
Cabe resaltar que las semillas de girasol se utilizan para fabricar aceite de girasol. Ante la proveeduría número uno de Ucrania y dos de Rusia este aceite al mundo, ya varios países comienzan a resentir la afectación por la guerra. Recordemos que, en diversas culturas, existe una gran cantidad de alimentos fritos que van desde las papas a la francesa hasta mariscos capeados. Por lo que, en muchos lugares, ya comienzan a ‘racionar’ el uso de dicho aceite o buscan aceites sustitutos. Sin duda, la conversación se mueve hacia una crisis del aceite de girasol ya que éste es el cuarto más consumido a nivel global. Los principales importadores son India y China -en grandes volúmenes- por el tipo de dieta que consumen y porque son los dos países más poblados del mundo. Por lo que estamos viendo que la crisis de las cadenas de suministro de alimentos se agudiza conforme avanza este conflicto.
Este aceite es un producto que ayuda a combatir la artritis, dolores en articulaciones y huesos. El consumo del aceite de girasol aporta vitaminas y antioxidantes que protegen la piel contra los rayos solares. Además, ayuda a retener la humedad de la piel y contribuye a la formación de elastina y colágeno. Por lo que se hoy viene el planteamiento de si los aceites sustitutos cumplirán todos los usos de éste.
A continuación, se aprecia en la infografía los principales actores comerciales en la industria del aceite de girasol.
Se observa también que, dentro de los aceites más consumidos a nivel mundial están: i) palma, ii) soya, iii) colza, iv) girasol, v) palmiste, vi) cacahuate, vii) algodón y viii) coco. La evolución del precio internacional por tonelada del aceite de girasol ha variado según la coyuntura internacional. Pero en tiempos de guerra -donde los dos protagonistas son precisamente los dos principales exportadores- el escenario no es el más optimista.
No olvidemos que esta guerra no sólo es militar, sino que también abrió la puerta a una guerra económica donde se trazan las estrategias para contener la inflación y de racionar las porciones como una herramienta de marketing ante los conceptos de a) cheapflation (unión de las palabras en inglés de 'cheap' -barato-) e inflation (inflación), el cual consiste en sustituir ciertas materias primas o alimentos por otros más baratos o b) shrinkflation (shrink -encoger- más inflation -inflación-), el cual consiste en reducir el tamaño o cantidad de productos.
@AribelContreras
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