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La ignorancia de la ley no te exime de su cumplimiento

Por Érika Souto


Que enrevesado suena algunas veces hablar de la forma en que se impone y reproduce el derecho en México. En especial cuando se habla de la libertad de expresión, (o la comisión de un delito), cuando lucras con tu perspectiva, cuando tu posición te puede privar de la libertad.

El lance de los influencers sobre la opinión de temas cruciales y de interés acrecentado, (apenas de unos años para acá, pero no por eso menos importante), como lo es el apoyo a la integridad física y mental de las mujeres, ¿era un tema que le correspondía a una YouTuber como YosStop, exponer; señalando de manera particular a otra mujer, y a su vez generando violencia mediática?


Tal vez no.


En este caso es importante resaltar que ella no generó, ni comercializó pornografía infantil, no es parte de una red. Pero almacenar y describir un video de abuso sexual hacia una menor frente a 9 millones de seguidores, también es un delito que en teoría nunca sería de mayor impacto al de los agresores; sin embargo, ella sí está vinculada a proceso.


Yoseline es la única que está detenida por reseñar un video cuyo objetivo es la crítica social, en especial a una generación, en donde por 30 segundos toca el tema de Ainara, y tan solo 10 palabras claves bastaron para que ella no pueda gozar de libertad mientras se desahogan las pruebas, ahora entre un peritaje de antropología, sociología, análisis del discurso y lingüística, podrá defender sus derechos humanos y como comunicadora.


Hasta el día de hoy, este es un caso en el que el derecho en México sanciona más por lo que se dice, que por lo que se hace. Esperemos que al menos la presión mediática logre que la justicia alcance a los verdaderos culpables, los violadores.


¿Cómo cumples y dotas de sentido algo que no entiendes ni conoces?

Esta pregunta seguramente es la que se hace todos los días la parte defensora, y tal vez sea ya, la única manera de poder sacar a Yoseline, de donde ella sola se metió de modo burdo.


Lo que no es una interrogante, es que el poder de las palabras te puede llevar a un lugar inhóspito. Por cierto, lugar que no conocen los presuntos violadores del ataque sexual a la menor, que también están denunciados; y repito, aún están en libertad.


Este caso está respaldado por la Fiscalía de Investigación de Delitos Sexuales de la Ciudad de México, siguiendo minuciosamente que todo el proceso se haga conforme a la ley, dictándole prisión preventiva a la influencer por posible intento de fuga.

¿Acaso creen que dudamos del sistema de justicia en México?

¿Deducen que los acusados prefieren huir antes de probar su posible inocencia? ¿Cómo Roemer? ¿Aún lo recordarán?


Y sí, sí hablamos de la misma fiscalía que desplegó todo un operativo contra Hoffman, la misma fiscalía que dejó que huyera el escritor con 4 acusaciones de violación, 23 de abuso sexual, 8 de acoso sexual y la lista sigue; la suma de estos delitos rebasa ya, las 60 denuncias debido a que ejerció más de un tipo de violencia contra algunas mujeres.


O como Ricardo Ponce, que lleva al menos 10 denuncias por supuesto abuso sexual y el sigue en completa normalidad, incluso vendiendo sobre la misma línea, la “autosanación”.


Otro caso en el olvido es el de Memo Aponte, YouTuber que fue acusado por presunto abuso al obligar a tener relaciones sexuales a una menor de 13 años a la cuál también fotografió en ropa interior, material que almacenó y después difundió como “venganza”, cuando la menor decidió terminar la relación.


¿Que no estos delitos son los mismos que se le están imputando a YosStop? Con la premisa que ella no acosó sexualmente a nadie, no violó a nadie, es más; ni si quiera conocía a la agredida ni a los violadores.


Al contenido digital le urge orden, y a nosotros como consumidores nos urge educación en sucesos mediáticos.


El video de Ainara estuvo por 3 años en YouTube y hasta hace unas semanas no violaba las leyes, se retira a partir de la detención de Yoseline y no por el daño psicológico a la víctima a lo largo de estos años que tendría que ser fundamental, sino por conveniencias legales de la plataforma.


Se presiona a las autoridades, se violenta el debido proceso de Yoseline, los medios exponen a alguien que aún no es declarada culpable; mientras que con otros, somos la eterna sociedad sin memoria.


Desde un punto de vista simple, pareciera que el caso YosStop está lleno de legalidad; mejor considerémoslo un parteaguas para alinear desaciertos comunicativos.


Por supuesto, la falta de un individuo no resta la del otro; la ley se tiene que cumplir para todas y todos los involucrados en este y en cualquier otro acontecimiento, el derecho se debe exigir para todas y todos, reparando el daño moral del que en este caso sí fue partícipe YosStop, ya que en ningún momento se debe subestimar la exposición ante un daño tan grave.


Por cultura y desconocimiento de leyes, somos bastante susceptibles a entrar en disfraces que no nos atañen en lo absoluto.

Como sociedad, nos llevamos que tal vez nos convenga ser menos viscerales, más analíticos y escudriñar ya, los casos con caretas de justicia.


En México hay miles de casos sin reflectores, hay víctimas que no están encontrando justicia.


Somos una ciber-sociedad que reposa en una violencia de género desbordada.

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