Por: Aribel Contreras
La reunión anual del Foro Económico Mundial que se realiza en Davos, Suiza, es esperada no sólo por los medios internacionales de comunicación, sino también por los grandes protagonistas. La primera versión de esta reunión de políticos y empresarios fue en 1971, con su creador el economista alemán Klaus Martin Schwab. La principal intención de este foro es la de tener una reunión de alto nivel en materia política y de negocios con reflexiones sobre las directrices a seguir para tener un mundo mejor donde habitar. Después de 50 años, el Foro de Davos sigue y seguirá siendo un espacio donde las voces buscan tener eco no sólo durante el foro, sino a largo plazo a través de las conclusiones a las que lleguen al finalizar la semana. Hoy sigue siendo un foro multilateral donde el peso empresarial y de organizaciones no gubernamentales recobra más fuerza para debatir ideas, discutir un tema central y llegar a consensos en acuerdos.
La agenda global
Año con año se dan cita aproximadamente tres mil personas que acuden de una gran cantidad de países. En esta ocasión, el tema central ha sido “50 años y un nuevo manifiesto por la sostenibilidad”. Es decir, justo a través de este nuevo rol empresarial que se vive, cómo es que la cuarta revolución industrial (4RI) deberá tener como eje central la agenda global cobijada por los Objetivos de Desarrollo Sostenible a través de seis aristas:
Fomentar una economía inclusiva;
Implementar estrategias de acuerdo a los retos del cambio climático;
Ayudar a empresas para crear modelos para impulsar la 4RI;
Lograr un consenso global sobre el despliegue de tecnologías de la 4RI;
Capacitar a más de mil millones de personas para la próxima década y;
Construir puentes de diálogo para dar soluciones globales a problemas globales.
Donald Trump
En esta ocasión, me refiero al mandatario de Estados Unidos, Donald Trump. Justo el día que inició el juicio político al interior del Senado, arrancó con un discurso en Davos el cual era altamente esperado, pero no dijo nada nuevo que no haya dicho antes.
Nuevamente mostró su escepticismo hacia el cambio climático y presumió los logros obtenidos durante su gestión como presidente donde destacó: i) creación de empleos, ii) tamaño de su economía, iii) limpieza del aire y agua de su país, iv) recuperación de fábricas, entre otros temas. Pero en concreto no dijo nada sobre cómo su país puede aportar para hacer de este planeta un mejor lugar para todos.
Recordaremos que su diplomacia coercitiva lo ha caracterizado en cuanto a su política exterior. Así que sólo se metió en el terreno de la política interna como parte de su estrategia para obtener más capital político, ya que todo esto se da en pleno año electoral. Así que dado su protagonismo personal, es que veremos que seguirá hablando mucho pero con gran carencia de soluciones reales a los problemas actuales.
México en Davos
Nuestro país ha sido el foco de atención desde que se firmó el T-MEC, no sólo por el tema comercial, sino el gran tinte político. Ahora en Davos, la delegación mexicana tuvo como principales objetivos el de defender el multilateralismo y luchar por un sistema de comercio mundial basado en reglas (por aquello de las sorpresas que siempre hay por parte del mandatario de EU ya que tener el T-MEC aprobado al interior de su Senado, no es garantía que no se le ocurra imponer aranceles de manera unilateral argumentando seguridad nacional).
Por lo que este foro siempre permite estar en el escenario con los reflectores para platicar con contrapartes y recordarles las bondades que cada país ofrece para atraer inversión extranjera directa y hacer negocios. Así que para México fue el lugar y el momento indicado (ya con un T-MEC asegurado con EU) para promoverse. De allí que la Secretaria de Economía destacó que nuestro país cuenta con las siguientes prioridades: i) estabilidad macroeconómica, ii) reducción de la pobreza y desigualdad, iii) impulso del mercado interno y sobretodo iv) incrementos salariales.
El mensaje principal fue que México reitera su compromiso con el comercio global pero nunca más a costa de trabajos mal pagados. Y durante esta semana, de manera paralela, se publicó el reporte 2019 sobre el Índice de la Percepción de la Corrupción –que elabora Transparencia Internacional- donde México mejoró ocho casillas. Es decir, de haber estado en la posición 138, ahora está en la 130 de un total de 180 países. Donde uno es el país más transparente y 180 el más corrupto. Aún falta mucho por recorrer y mejorar en este tema, pero esto es una señal de que el país está tomando acciones para combatir la corrupción. Así que México sigue estando en una posición privilegiada en términos geoeconómicos para atraer nuevos negocios globales.
Seguiremos viviendo el nuevo desorden mundial derivado de esta segunda guerra fría de la que tanto he insistido. La 4RI enfrenta no sólo la evolución de la tecnología sino la implementación de ésta con el compromiso de que empresas, gobierno y sociedad civil trabajen de la mano por una agenda global. México debe tomar el liderazgo no sólo en América Latina sino a nivel mundial, de que el multilateralismo es el camino correcto para avanzar en la solución a los problemas globales.
@Aribel007
Fuente: ibero.mx
Comments