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Pequeñas cosas sin importancia

Por Nohemy García Duarte.


El suicidio como conducta deliberada por la que una persona se provoca su propia muerte es un tema que ha estado presente en la literatura de todos los tiempos. Responde a múltiples factores sociales, existenciales, psicológicos, clínicos y biológicos, por lo que su comprensión como fenómeno social resulta complejo y difícil de asimilar para la mayoría de la gente. En este sentido, la novela Pequeñas cosas sin importancia (2022 en español, 2014 en inglés), de la escritora Miriam Toews (Canadá, 1964) resulta un texto novedoso por el enfoque del tema y por su calidad literaria.



Inspirado por vivencias autobiográficas, el texto narra la vida de Miriam Toews y de su familia menonita asentada en el pueblo de East Village, en la provincia de Alberta, Canadá. En particular, la historia se centra en la relación afectiva entre Yolandi (alter ego de la autora) y su hermana mayor Elfrieda Von Riesen, una prestigiosa pianista que lo único que desea es suicidarse, mientras que sus seres queridos se esfuerzan en evitarlo.


Esta disyuntiva lleva a Miriam Toews a “usar mi propia vida y mi propia experiencia para crear una narrativa, para intentar encontrarle sentido a la vida”, según dijo en una de sus entrevistas a raíz de la publicación de Pequeñas cosas sin importancia, que de inmediato se convirtió en un éxito de librerías. Antes de esta novela, la escritora sexagenaria ya era reconocida como una de las autoras más relevante de su generación, ganadora de múltiples premios literarios en su país de origen.


Una de las vertientes más interesantes de esta novela es que se ubica en un contexto cultural poco conocido para la mayoría de los lectores, como es el de los menonitas, cuya identidad étnica y religiosa de índole católica protestante se fundamenta en una interpretación específica de la biblia, la cual se materializa en practicar una vida sencilla, apegada al trabajo de campo y con tradiciones y costumbres propias. Por ejemplo, su idioma es el plautdietsch, que significa “alemán plano” o “alemán bajo”, pero que desde la perspectiva literaria de Toews, y de acuerdo con sus recuerdos de infancia, “era el idioma de la pena. Los menonitas habían aprendido a callar, a apechugar el dolor”. Sus abuelos venían de Moscú y ella es descendiente directa de unos de los primeros colonos que en 1874 llegó a asentarse a Manitoba, Canadá.


Pequeñas cosas sin importancia es una amena novela que invita a la reflexión sobre el suicidio desde una perspectiva humanista y fraterna, que es la que la propia autora enfrentó en su entorno familiar, y que ahora recrea con un espíritu contrario a la tragedia. En este sentido, en el texto se hace referencia a México y nuestra cultura en torno a la muerte, “país donde el Día de Muertos se celebraba haciendo fiestas en los cementerios”, idea que se asemejaba más a la esencia de lo que Yolandi, la protagonista estelar de la novela, tiene al respecto.


Además de novelista, Miriam Tows es periodista y actriz de largometrajes como Luz silenciosa (2007), del cineasta mexicano Carlos Reygadas, ganador del Premio del Jurado de Cannes en ese mismo año. La cinta aborda una historia de amor que rompe las reglas religiosas y las prácticas de la comunidad menonita a la que pertenecen los protagonistas de este drama hablado principalmente en plautdietsch, con actores no profesionales y con menonitas de las comunidades de México, Alemania y Canadá.


El título de la novela Pequeñas cosas sin importancia hace honor a un poema de Samuel Coleridge, escritor inglés del siglo XIX, cofundador del romanticismo en Inglaterra, y quien también sufrió la muerte de una hermana, a la que le dedicó esta composición. “Yo también tuve una hermana. ¡Ella me quería de corazón y yo la adoraba con pasión! / Sobre ella vertía yo pequeñas desgracias sin importancia/ (yo el enfermo en brazos de su enfermera).”


Otra referencia literaria que Miriam Tows recupera en su novela, y con la que finaliza su historia, es un pasaje de la novela El amante de Lady Chatterley, del también escritor inglés D. H. Lawrence: “la nuestra es una época esencialmente trágica, por eso nos negamos a tomarla trágicamente… Nos encontramos entre ruinas, comenzamos a construir nuevos y pequeños lugares donde vivir, a tener nuevas y pequeñas esperanzas… Tenemos que vivir por muchos que sean los cielos que hayan caído sobre nosotros.”


Pequeñas cosas sin importancia es una novela muy recomendable para leer y disfrutar de una literatura que nos amplía los horizontes sobre otras formas de ver el suicidio y de comprender sus motivaciones.

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