El Partido de la Revolución Democrática (PRD), está hundido en una crisis existencial, de ser resuelta favorablemente confirmaría su autosuficiencia moral e ideológica para colocarse otra vez como fuerza política opositora. Por lo pronto, el PRD se prepara para cambiar de dirigencia el próximo 28 de abril. ¿Se acabó la fuerza de la izquierda en México? ¿Eclipse u ocaso?

Por: Marco Miranda
Sin embargo, la ausencia de métodos de selección democráticos para la designación de candidatos (como lo ocurrido con el PRI en 1988), la presencia de corrientes internas desesperadas por espacios, malas decisiones políticas, alianzas fallidas y la administración de gobiernos estatales y municipales marcados por la corrupción, nos da como resultado un partido eclipsado.
La traición política, decía Maquiavelo, es el único acto de los hombres que no se justifica. Por lo que la fuga masiva de militantes y dirigentes partidistas hacia Morena, que dicen no sentirse representados por el PRD, podría ayudar mucho más al partido consolidándolo como una verdadera opción de izquierda.
Es momento de abrirse a la sociedad, deshacerse de tribus y corrientes para emerger como una fuerza de izquierda, innovadora y trasgresora. El PRD tiene y tendrá un lugar importante en la vida política de México, ya que dentro de los partidos es el único que podría capitalizar liderazgos emergentes, que marquen diferencia respecto al modelo antiguo de Morena.
*Las opiniones vertidas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, la forma de pensar de la Revista El Aguachile.
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