Seis países latinoamericanos elegirán un nuevo presidente este año y la población de Argentina, Bolivia, El Salvador, Guatemala, Panamá y Uruguay tendrá que decidirse entre partidos de izquierda, la derecha que sigue avanzando y una que otra reelección.
En 2018, los comicios electorales de los tres países más poblados de América Latina: Brasil, México y Colombia, sacudieron la política latinoamericana con los triunfos de Andrés Manuel López Obrador en México y Jair Bolsonaro en Brasil.
Ahora toca el turno de Argentina, Bolivia, El Salvador, Guatemala, Uruguay y Panamá ¿Qué impacto tendrá el calendario electoral latinoamericano en la geopolítica de la región?
Febrero: La sorpresa (El Salvador)
El 3 de febrero, El Salvador será el primer país del continente en acudir a las urnas para elegir un nuevo presidente, con el 10 de marzo como la fecha para una eventual segunda vuelta.
El favorito es el candidato de la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA): Nayib Bukele. El exalcalde de San Salvador podría convertirse en el presidente más joven del país con 37 años.
Bukele fue expulsado del partido de izquierda FMLN en 2017 y encontró espacio en GANA. Con la bandera de la derecha en sus manos, se presenta con un potente discurso de lucha contra la corrupción, liderando las intenciones del voto.
Por otra parte, Carlos Calleja y la coalición de derecha Alianza por un Nuevo País, liderada por ARENA (quien controla la Agenda Legislativa desde el 2018), está anclada en la segunda posición.
Por último, el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), que está en el poder desde 2009, desgastado por numerosos escándalos de corrupción, marcha de la mano de Hugo Martínez en un lejano tercer lugar en todas las encuestas.
Cabe mencionar que por primera vez desde la firma de los acuerdos de paz de El Salvador, en 1992, el favorito no compite bajo la bandera de la derecha y de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), tampoco de la izquierda con el Frente Farabundo Martí para la Liberación (FMLN).
Mayo: Nuevas reglas, escenario parejo (Panamá)
Luego de una campaña de solo 60 días, Panamá celebrará elecciones generales el domingo 5 de mayo bajo nuevas reglas diseñadas para reducir el impacto del
financiamiento privado en el proceso electoral.
Panamá es uno de los cinco países de América Latina donde no existe la segunda vuelta electoral. Tampoco la hay en México, Paraguay, Venezuela y Honduras. De momento el escenario es parejo.
Los principales contendientes son tres: José Isabel Blandón, del Partido Panameñista; Rómulo Roux, del Cambio Democrático (CD), y Laurentino Cortizo, del Partido Revolucionario Democrático fundado por el histórico líder militar Omar Torrijos.
El ligero favorito en estos momentos es Laurentino Cortizo, quien prepara una alianza con el Movimiento Liberal Republicano Nacionalista (Molirena); Rómulo Roux empieza el año como segundo en los sondeos y formalizó una coalición con los miembros de Alianza una escisión de su partido, fundado por Martinelli.
En este punto, vale mencionar que la participación del expresidente Ricardo Martinelli en los comicios no debe descartarse, el exmandatario vinculado a escándalos de corrupción enfrenta un juicio desde la cárcel. Martinelli figura como candidato independiente a la alcaldía de Panamá y también es candidato a diputado por el partido opositor Cambio Democrático, se especula que Rómulo Roux podría postularlo para que lo acompañe en la vicepresidencia.
Por su parte, el Partido Panameñista presenta como su carta a José Isabel Blandón, quien selló una alianza con el Partido Popular para lograr algo extraño en Panamá: la elección de un candidato del partido oficial que gobierna.
Junio: La madura incertidumbre (Guatemala)
En un país desgastado por constantes crisis de corrupción, los comicios previstos para el 19 de junio podrían definirse por el trabajo de la Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIG). Esta entidad, formada por común acuerdo entre el gobierno de Guatemala y la ONU, busca investigar los distintos delitos de corrupción en el país.
El actual presidente Jimmy Morales fue el mayor beneficiado de las investigaciones impulsadas por la CICIG. Sin embargo, se encuentra en una disputa con la comisión, sus denuncias plantean que la CICIG se ha "extralimitado" en sus funciones y se convirtió en una "amenaza para la paz", expulsando del país a varios de sus integrantes.
En Guatemala aún es pronto para identificar favoritos para unos comicios donde el sistema político oficialista se resiste a desaparecer. El rostro más visible de una voluntad de depuración y cambio sería la ex fiscal general Thelma Aldana, quien no ha oficializado su postulación. También se pueden presentar viejos opositores como la ex primera dama Sandra Torres; el tres veces candidato Alejandro Giammattei, que fundó un nuevo partido llamado Vamos; y Zury Ríos, hija del expresidente Efraín Ríos Montt.
Con este contexto, las oportunidades electorales del oficialismo son difusas pero se debe considerar que de ser necesario, una segunda vuelta se disputaría el 18 de agosto.
Octubre: La tranquilidad y el retiro (Uruguay)
El 27 de octubre los habitantes de Uruguay elegirán si van por un nuevo mandato del Frente Amplio (que gobierna desde 2004) o se inclina por el conservador Partido Nacional. Si ninguno obtiene la mitad más uno de los votos, se realizará un balotaje el 24 de noviembre.
En los sondeos, una ligera mayoría de uruguayos se ha dicho convencidos de que el próximo presidente seguirá perteneciendo al Frente Amplio, aunque no se han definido candidaturas. Por ley todos los partidos políticos tendrán que definir candidatos en elecciones internas que tendrían lugar el 30 de junio.
En este momento, lo único cierto es el anuncio del retiro de la política del actual presidente, Tabaré Vázquez; y de su antecesor José Mujica. Este hecho, sumado al desgaste natural del FA después de tres períodos consecutivos en el poder, podría ser aprovechado por el Partido Nacional.
Sin embargo, todo parece indicar que el Frente Amplio mantendría a Uruguay como uno de los pocos países de América del Sur con un gobierno de izquierda estable, ejemplo de continuidad y cambio. En contraste con las turbulentas elecciones que se esperan en los países centroamericanos, las elecciones presidenciales de Uruguay se esperan tranquilas.
Octubre: Un tango con sentimiento… de revancha (Argentina)
Los argentinos votarán el mismo día que los uruguayos ( 27 de octubre), pero antes lo harán en las llamadas Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), que se realizarán el 11 de agosto.
Si las cosas siguen como hasta hoy, los protagonistas de los comicios serán el actual presidente, Mauricio Macri y su antecesora en el cargo, Cristina Fernández de Kirchner. Lo que significa para la izquierda argentina, la posibilidad de cobrar revancha y de recuperar el terreno perdido ante el modelo neoliberal de Macri que llega arrastrando los serios problemas económicos que se presentaron en el 2018.
Si bien no se ha oficializado ninguna candidatura, se espera que el actual presidente busque la reelección como candidato de la alianza Cambiemos. Mientras que en la oposición, a pesar de los escándalos de corrupción y por la falta de candidatos frescos, la figura de la senadora y expresidenta, Fernández de Kirchner, podría emerger como candidata.
Lo cierto es que las posibilidades de ambos bandos están sujetas al desempeño de la economía del país por lo que cualquier cosa puede pasar en Argentina, mientras que para América Latina, el posible retorno de un gobierno de izquierda supondría un importante contrapeso al reciente triunfo de Jair Bolsonaro en el país vecino.
Octubre: El reto de Evo (Bolivia)
En los comicios, con fecha aún por definirse, Evo Morales buscará asegurar su cuarto mandato consecutivo, con lo que se mantendría en el poder hasta 2025, acumulando 19 años ininterrumpidos en la presidencia de Bolivia.
Acostumbrado a superar el 60% de los votos en elecciones anteriores, Evo está lejos de su registro habitual de popularidad, las encuestas lo colocan en la misma posición con el opositor y expresidente Carlos Mesa.
Las elecciones presidenciales de octubre se perfilan como las más difíciles que deberá enfrentar Morales por los fuertes cuestionamientos al mecanismo jurídico con el que logró ser habilitado de nuevo como candidato (la Constitución boliviana solo permite a los ciudadanos gobernar por dos periodos seguidos).
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