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El antiguo consejero presidente del IFE infundió miedo y efectuó señalamientos imprecisos respecto a la revocación de mandato aprobada en la Cámara de diputados el 14 de marzo pasado. Andrés Repper, especialista en cuestión electoral y derecho constitucional nos explica por qué.

Por: Andrés Repper


El viernes 15 de marzo, en el programa radiofónico Así las cosas de WRadio, Gabriela Warkentin y Javier Risco entrevistaron a Luis Carlos Ugalde (1), exconsejero presidente del otrora IFE (2) y hoy director de una consultaría privada llamada Integralia, respecto la consulta popular y revocación de mandato.


Motivada por un artículo que publicó Ugalde (3), en el cual efectuó señalamientos y aseveraciones que son, imprecisos y respecto de los cuales cabe hacer las observaciones siguientes:


A la pregunta de ¿Por qué tendríamos que llamar un riesgo esto que se discutió el día de ayer en la cámara de diputados, se aprobó en la Cámara de Diputados y pasará al Senado; la revocación de mandato?, LCU respondió:


Porque en lugar de ser un ejercicio de rendición de cuentas y de verdadera consulta a la sociedad, este modelo de revocación de mandato puede convertirse en un ejercicio de propaganda política para distorsionar y hacer el piso disparejo de aquí a 2021.


Si López Obrador es candidato en 2021, porque va a aparecer en la boleta, porque tiene que hacer campaña para que la gente vote a favor de que se quede la segunda mitad de su sexenio es obvio que recorrerá el país, pedirá el voto a su favor, y en esa medida estará pidiendo el voto a favor de los candidatos de Morena o bien, los candidatos de Morena en todo el país se van a colgar de López Obrador y esto va a meter mucho ruido.


…Si se quiere que esto realmente sea una consulta para revocar el mandato, quien debe iniciarlo es aquel que quiere quitar a alguien, no el Presidente de la República porque entonces parece que lo hace solamente como un show político.

Últimamente las voces y opiniones que se identifican como antagónicas a López Obrador utilizan como instrumento la especulación catastrofista del futuro; se vio antes, durante y después de la campaña, y ha arreciado en estos primeros 3 meses gestión del nuevo Gobierno.


En efecto, desde su primer enunciado de respuesta, LCU dice: “puede convertirse en un ejercicio de propaganda política y en un ejercicio para distorsionar y hacer el piso disparejo de aquí a 2021”; es decir, parte de una suposición basada en premisas falsas y en escenarios negativos.


Pero lo delicado de su aseveración no es su pesimismo preconcebido, lo cual es comprensible viniendo de un personaje a quien entre otros, históricamente se le ha hecho corresponsable de las omisiones de la autoridad electoral administrativa ante la inequitativa campaña mediática pagada por el sector privado en contra de López Obrador durante la campaña de 2006, sino el desconocimiento supino de las normas constitucionales y legales que regulan la competencia electoral.


Es pertinente señalarle al exconsejero presidente que, desde la reforma electoral de 2007, misma que se expidió cuando él aún presidía el Consejo General del Instituto Nacional Electoral, se agregaron dos párrafos al artículo 134 de la constitución que justamente establecen prevenciones en materia de propaganda gubernamental y promoción personalizada de servidores públicos.


De acuerdo a lo reformado:


a) El Presidente no puede hacer proselitismo durante las campañas electorales.

b) Existen sanciones para los funcionarios que violen esas disposiciones.

c) Toda la propaganda gubernamental debe suspenderse durante las campañas, con excepción de la relativa a los rubros de salud, protección civil o emergencias.


Ahora bien, los partidos de oposición, como es natural, ya atacan al ejecutivo desde el día 1 de su mandato. Las “mañaneras” no pueden continuar en campaña por mandato constitucional y no hace falta que los partidos lo soliciten.


Parece que Ugalde no leyó el dictamen aprobado: claramente establece que todo lo que no esté expresamente excluido de ser materia de consulta, puede ser motivo de auscultación ciudadana, de tal manera que no es solo el presidente quien puede convocar a semejante ejercicio democrático.


Olvida también el exconsejero que no solo los ciudadanos pueden ejercer ese derecho, sino que los partidos políticos lo pueden hacer a través del juicio político, también pueden iniciar una acción para destituir al ejecutivo si se cumplen los supuestos de la ley y se conforman las mayorías conducentes en el Congreso de la Unión.


Posteriormente se refiere al comentario de algunos en relación con que ese ejercicio es abrir la puerta a la reelección; sobre esto dice que le parece mera especulación; sin embargo no repara en que gran parte de su discurso es justamente eso.


Continúa la entrevista y le plantean:


¿La revocación de mandato te parece que sí debería de existir?


A mí no me gusta porque si quieres quitar a alguien hay juicio político, hay un proceso de desafuero; hay otros mecanismos, me parece que en un sistema presidencial no cabe esa figura.


El entrevistado demuestra desconocimiento del objeto del proceso de “desafuero”, el cual tiene por objeto permitir que, ante las acusaciones e imputaciones que caigan sobre un servidor público, pueda este ser enjuiciado sin que para ello sea un obstáculo el fuero constitucional; es decir, no tiene que ver con un ejercicio de rendición de cuentas o de referéndum ciudadano para revocar un mandato.


Por cierto, sobre este tema se sabe que hay una iniciativa, justamente para lograr que no se haga necesario tal procedimiento y que ningún funcionario tenga fuero y pueda ser sometido a la investigación o enjuiciamiento penal en los mismos términos que cualquier otro ciudadano.

Existiendo la revocación de mandato, lo que apuntas es la temporalidad y dónde se está colocando, cuándo se puede llevar a cabo.


Así es, y para solucionar esto, se debe hacer lo que ayer propuso Martha Tagle de Movimiento Ciudadano: cambiar la fecha de la consulta de revocación al primero de diciembre de 2021, que no coincida con la elección federal.


En esta respuesta, pareciera que el exconsejero presidente no considera que celebrar dos procesos electorales en un mismo año, uno por semestre (partiendo del supuesto que propone, en el sentido de que el referéndum revocatorio se llevara a acabo el primero de diciembre) es, por un lado excesivo y oneroso y por otro, nada sano para la discusión política y la participación ciudadana; es decir, sería un año politizado en extremo, el primer semestre, por la elección intermedia y en el segundo todo lo relativo a ese referéndum.


Aunque en este asunto particular no se trata de un desconocimiento de la noma constitucional como en el resto de su participación, sí es importante que se reflexione sobre el hecho de que en los últimos años una de las críticas fundadas más frecuentes es el alto costo de los procesos electorales en México; sin embargo, parece que para Ugalde está bien gastar en dos elecciones de cobertura nacional en el mismo año, con el correspondiente desgaste ciudadano e institucional.


¿Eso te parece interesante?, ¿ te parece viable?, ¿ te parecería una buena solución que sí haya revocación, pero que se cambien las fechas?


La revocación ya la va a haber, porque la aprobó Morena; entonces, lo que tenemos que pensar ahora es de forma táctica; el Senado puede corregirla, no la va a eliminar, entonces, creo que el Senado puede cambiar la fecha para que sea el primero de diciembre…


Nuevamente el entrevistado demuestra desconocimiento del proceso legislativo, ya que el Senado sí puede rechazar la minuta y esta debe regresar a la cámara de origen a ser revisada y en su caso modificada. Se puede rechazar un proyecto, y si rechazado y revisado por la cámara de origen se vuelve a desechar, ya no se puede volver a presentar en el mismo periodo ordinario de sesiones.


...y dos, que los peticionarios no pueda ser el presidente de la República, en este caso, que solamente puedan ser, o los ciudadanos que quieren quitarlo o bien, los partidos de oposición que estén en desacuerdo.


En términos de la reforma propuesta, el procedimiento de revocación de mandato puede ser solicitado por ciudadanos; de igual manera lo pueden solicitar los partidos políticos sin necesidad de que exista procedimiento de juicio político, esas posibilidades subsisten, independientemente de que el ejecutivo pueda solicitarlo, lo cual, además está sujeto a que lo apruebe el congreso.


Además, la reforma establece que los procesos de revocación de mandato serán convocados por el Congreso de la Unión a petición de:


a) el presidente de la República

b) el equivalente al 33% de cualquiera de las cámaras del congreso

c) ciudadanos en un número equivalente al 3% de los inscritos en la lista nominal


Mencionas un precedente muy interesante sobre lo que podría exigir la oposición en caso de que la revocación de mandato se mantenga en el día electoral sobre este precedente en el caso de Felipe Calderón, ¿nos lo recuerdas?


En 2010 había elecciones de gobernador y la oposición pidió que se le prohibiera el presidente dar conferencias en cadena nacional porque alteraban las condiciones de la competencia y el INE lo solicitó para evitarlo, entonces si hay un precedente obviamente se va a volver a solicitar. Entonces el presidente tendría que dejar de dar sus mañaneras, pero ya sabemos que este presidente responde de manera muy controvertida cuando se le pide algo entonces imaginen la controversia entre el INE, el presidente de la República los partidos de oposición, creo que es algo que no nos conviene.


Ugalde omite, deliberadamente el dato de que si se suspenden las conferencias de prensa matutinas, se debe a que así lo establecen la constitución y la ley, no a que alguien lo solicite.


El precedente que refiere se dio en el contexto de que, en efecto, en plena campaña electoral el entonces presidente Calderón no cesaba en sus apariciones mediáticas, y estaba violando la constitución, bajo el pretexto de que no era una elección federal.


Conclusión


Es lamentable que las personas a quienes algunos medios califican como especialistas o expertos hagan un manejo tan sesgado y omiso de la información, y la distorsionen para hacer llegar un mensaje de desaliento e incertidumbre a la ciudadanía, en pos de una agenda que, en este caso, ya no es oculta.


 

(2) Fue designado por la Cámara de Diputados para fungir como consejero presidente del otrora IFE de 2003 a 2010; sin embargo, por virtud de la reforma constitucional en materia electoral de 2007, fue removido junto con el resto de los consejeros para que se creara otro Consejo General que presidió Leonardo Valdez Zurita. Uno de los resortes políticos que impulsó dicha reforma fue la inconformidad del entonces candidato perdedor de la elección presidencial de 2006, López Obrador, en la que se argumentaba parcialidad por parte del IFE y su presidente. Rumores de la cercanía de Luis Carlos Ugalde con el candidato ganador, Felipe Calderón Hinojosa (este fue testigo en la Boda de aquel, 2 años antes del proceso electoral 2006: https://expansion.mx/actualidad/2007/11/09/los-motivos-de-luis), y la circunstancia de que, en la designación de Consejo General que Ugalde presidió, el Partido de la Revolución Democrática se levantó de las negociaciones y la izquierda no fue tomada en cuenta en la discusión y negociación para nombrar a los consejeros electorales, generaron la idea en no pocos sectores de la sociedad y la política que una reforma electoral necesariamente pasaba por renovar a los consejeros electorales del IFE.


(3) Dos días antes en el diario El Financiero: https://elfinanciero.com.mx/opinion/luis-carlos-ugalde/el-riesgo-de-la-consulta-de-revocacion


*Las opiniones vertidas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, la forma de pensar de la Revista El Aguachile.

En México somos expertos en echar a perder grandes ideas, o más bien para pervertirlas a conveniencia de unos cuantos. Las instituciones no fracasan, pero se convierten en una mezcla de corrupción, impunidad, conflicto de interés y malos servidores públicos que pueden corromper al mejor diseño institucional.


Por: E. Yair Martínez Madrigal


México cuenta con 12 órganos autónomos, el país con más instituciones de este tipo en todo el mundo. En ellos se han centrado varias descalificaciones matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien los cataloga como “una farsa” y los acusa de corruptos. ¿Esas instancias son un mero club de cuates que se alejó del interés público o realmente cumplen la función para la que fueron creadas?


12 instituciones autónomas


La creación de organismos autónomos comenzó en la década de 1990 como un mecanismo indispensable para dotar de contrapesos al sistema político mexicano, necesario especialmente en el marco de la transición a la democracia. Surgieron entonces organismos de “primera generación” como el Banco de México (Banxico), el Instituto Federal Electoral (hoy INE) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).


Después vendría la “segunda generación” con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos (INAI), el Instituto Nacional de Evaluación de la Política de la Educación (INEE), la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) y más recientemente la Fiscalía General de la República (FGR).


¿Para qué sirven los órganos autónomos?


En su conjunto son piezas de un diseño constitucional y legal creado para limitar el poder presidencial, para profesionalizar la toma de decisiones públicas y para cuidar su imparcialidad. Con la autonomía de estos órganos se buscó que el presidente dejara de tomar todas las decisiones en áreas clave del Estado mexicano: desde el control de la política monetaria hasta la regulación de la competencia económica, pasando por garantizar la información pública y la creación de indicadores.


Sin embargo, hoy los órganos constitucionalmente autónomos enfrentan serias críticas respecto a sus gastos y desempeño. De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, los ramos autónomos le cuestan al erario un total de 97, 511 millones de pesos, esto es igual a lo que ejercerá uno de los programas insignia del presidente López Obrador: la pensión para adultos mayores.


En su interior, estos órganos no han estado exentos de escándalos, para muestra aquel donde la ex comisionada presidenta del INAI, Ximena Puente de la Mora, fue incluida en las lista de plurinominales para obtener un escaño en la Cámara de Diputados por el PRI. Además de señalamientos en otros institutos autónomos por auto asignarse sueldos demasiado elevados y gozar grandes privilegios.


¿Los órganos autónomos se pervirtieron?


Recordemos que los organismos autónomos fueron diseñados para ser contrapeso al poder presidencial, en un momento en el cual los partidos políticos eran protagonistas de la escena política. Fueron los partidos y los grupos de interés al acecho quienes incidieron en la integración de estos órganos colegiados, a través de negociaciones con el poder en turno.


Uno de los inconvenientes que esto conlleva es que la conformación de esas instituciones se partidazo y en muchos casos se utilizó para repartir posiciones entre los mismos partidos, en ellos dejó de importar la idoneidad de los perfiles de quienes iban a estar al frente de estas instituciones, sino su cercanía e intereses mutuos.


El resultado, aunque no de manera general, fue costear instituciones desconectadas con la realidad del país, alejadas de sus necesidades y protectoras de una “burocracia dorada” que hoy el presidente se empeña en criticar. Por ello, haríamos bien en fortalecer los organismos autónomos, pero yendo más allá de la autonomía misma y transitando hacia una verdadera independencia en sus resoluciones.


En cualquier caso, no son las instituciones las que fracasan, sino una mezcla de corrupción, impunidad, conflicto de interés y malos servidores públicos que terminan por corromper al mejor diseño institucional que se pueda concebir.


*Las opiniones vertidas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, la forma de pensar de la Revista El Aguachile.

Si quieres triunfar profesionalmente como mujer tienes de dos, convertirte es bruja o en perra. Aunque muchas mujeres están inmersas en el mundo laboral continúan enfrentado todo tipo de obstáculos; la inclusión y la equidad de género sigue siendo un tema pendiente en todas partes.

Por: Abraham Eleno

¿Cuál es el secreto del éxito profesional?


Tal vez piensas que es una cuestión meramente subjetiva, pero el éxito comúnmente es asociado con el nivel de ingresos, el puesto de trabajo que desempeñamos y quizá con el nivel de reconocimiento o la relevancia que guardan nuestras tareas en la organización o en la sociedad.


Estos indicadores de que "vas por buen camino" en tu carrera profesional, y son muchas veces esos mismos lugares en donde pueden distinguirse con mayor claridad los niveles de inclusión que tiene el género femenino en el mercado laboral.


Las dificultades que enfrentan al irrumpir en el competitivo terreno laboral son apenas uno de los obstáculos que han debido sortear, en una lucha que se disputa desde múltiples frentes.


En teoría, inclusión


No es un secreto que la incorporación de la mujer al trabajo remunerado obedeció más a un ajuste en el modelo económico y su necesidad de contar con un creciente y pujante ejército de reserva, que le permitiera abaratar los precios de producción y por tanto, fortalecer sus ganancias y mantener su expansión.


La evolución del campo laboral parece haber transcurrido de una manera más o menos tersa y ordenada, sin embargo las cuestiones culturales han tenido un papel importantísimo en la forma en que esa transformación se presentó.


Mientras que para el campo laboral y económico es claro que la inserción de la mujer es una necesitad, la cultura no ha dado los grandes saltos que necesitaría para que esto no trastoque valores enraizados en las diversas sociedades y culturas, como muestra los estereotipos y roles de género que aún hoy impiden a muchas niñas, adolescentes y mujeres perseguir sus aspiraciones profesionales, con todo lo que esto implica.


En la práctica, discriminación


Así, mientras el discurso inclusivo cobra relevancia en el terreno político y las empresas parecen cambiar hacia estructuras y metodologías con diversidad de géneros que enriquezcan la creatividad y la producción, en la práctica las mujeres son sujetos de constantes y variadas formas de discriminación.


Existen multitud de ejemplos en los cuales las mujeres son menospreciadas por cuestiones de género: desde el salario, hasta sus funciones y los puestos jerárquicos que desempeñan en las organizaciones.


Mucho se ha estudiado sobre los fenómenos que ocurren en torno a la integración de las mujeres a la fuerza laboral. Desde la poca visibilidad y reconocimiento que se da a las aportaciones femeninas en la ciencia (Efecto Matilda); las barreras "invisibles" que obstaculizan el desarrollo y crecimiento profesional femenino (Techo y paredes de cristal); hasta las cargas afectivas, emocionales y de horarios que se imponen exclusivamente sobre las mujeres, y que dificultan su plena incorporación al trabajo (Suelo pegajoso) 1.


¿Cuándo logra una mujer la cima profesional?


El éxito profesional de las mujeres está estrechamente relacionado con que el género femenino no sea relevante para sus labores, o mejor dicho, en tanto que la mujer sea lo más parecido a un hombre.


Actualmente se espera que la mujer se centre en su carrera profesional y debe estar enfocada en superar las expectativas académicas por encima de sus colegas masculinos, ya que difícilmente será la primera opción para un puesto laboral, lo que empeora cuando se trata de una posición de responsabilidad (2).


Las profesionistas exitosas del siglo XXI no lo pueden ser a pesar de la responsabilidades en el hogar y la familia, ahora deben ceder ese tiempo a su desarrollo profesional; los hijos son una pesada carga que puede truncar las aspiraciones laborales y económicas de quien decide tenerlos.


Las actitudes, personalidades y sensibilidades deben estar lo más equilibrados posibles; no se espera de una profesional que sea afectada por los ciclos naturales y desequilibrios hormonales, permitidos en cierta medida para el género femenino, pero no para quien tiene que cumplir una jornada laboral, atender clientes y jefes con la mejor de las caras.


Una jefa no debe mostrarse indulgente o solidaria con sus subordinados, al contrario, si desea destacar en su carrera debe convertirse en una “bruja”, en una “arpía”, una “perra” que no se deje ni escuche a nadie. No se permite la vulnerabilidad, eso es un lujo de las relaciones interpersonales que debe anularse en el trabajo femenino. Sin importar que sea excelente en su trabajo, si no cuenta con esas actitudes no llegará a ninguna parte.


Eso sí, la mujer que se adapte a esas “necesidades del campo laboral”, debe aprender que jamás lo logrará del todo, porque los estereotipos y prejuicios seguirán jugando un papel importante sobre las expectativas de la mujer trabajadora.


Una mujer con carácter no es igual que un hombre con carácter


Una mujer que muestre carácter nunca será vista del mismo modo que un hombre con esa característica. A nosotros se nos tienen permitidos los exabruptos, levantar la voz, mostrarnos molestos; mientras que en ellas es visto como un signo de neurosis o histeria: “Seguro están en sus días”, “está loca” o “le falta sexo” son las "razones lógicas” ante una respuesta igual a la de sus colegas masculinos.


Es ese sentido, una mujer puede intentar dejar de lado su feminidad para insertarse en el ámbito profesional, pero nunca tendrá las mismas prerrogativas que un varón, siempre habrá un doble rasero respecto a lo que se espera de ella de acuerdo a su género.


¿Qué sigue para las mujeres y el mundo laboral?


No cabe duda que las mujeres continúan incorporándose al trabajo y a todo tipo de espacios (un par de batallas ganadas); sin embargo, aún queda el reto de crear las condiciones estructurales, sociales y culturales suficientes para que puedan desenvolverse en ellos plenamente.


América Latina y el Caribe muestran avances significativos en cuestiones de paridad de género en el trabajo, se estima que al menos una quinta parte de los puestos directivos empresariales son ocupados actualmente por mujeres, algunos países de la región alcanzan hasta 39% de los puestos directivos y representan aproximadamente 53% de todos los empleados del sector público (3).


Respecto a la paridad salarial, Latinoamérica registra los mayores avances pasando de una brecha promedio del 20% al 15%, impulsado fuertemente por el sector público. Para el caso de México y Centroamérica, las diferencias salariales son incluso menores llegando a un 10% (4).

Brecha de género en el Congreso de México. "Proyecto mujeres políticas", INE, 2018.

Brecha de género en el Congreso de México. "Proyecto mujeres políticas", INE, 2018.

Cada vez más personas y sectores aceptan que la participación de las mujeres en todas las esferas es fundamental y necesaria, pero definitivamente queda un gran camino por recorrer.


Ante el mercado actual que obedece a cuestiones meramente económicas es necesario demostrar que todo eso es perfectamente alcanzable desde una visión que ayude al desarrollo pleno de los individuos, que sepa explotar la diversidad como un recurso y de innovación e inspiración para mejorar no sólo productos, procesos y rendimientos, sino la cultura laboral y sus alcances.


La posibilidad de cambio a través de la visión femenina del mundo laboral abre la puerta al pleno éxito profesional más allá de lo económico, no solo para ellas, sino para todas las personas que formamos parte de ese mundo.



 

1 Maricarmen Jiménez Colín. "Mujeres en la ciencia: desde el 'efecto Matilda' hasta el 'suelo pegajoso', pasando por el 'techo de cristal'". Revista Pensamiento Libre, n. 53, Noviembre-Diciembre 2018, https://www.revistapensamientolibre.com/single-post/2018/11/06/Mujeres-en-la-ciencia (consulta: 14 de febrero de 2019).


2 Idem.


3 Oficina Internacional del Trabajo, "La mujer en la gestión empresarial: Cobrando impulso en América Latina y el Caribe", Oficina de Actividades para Empleadores (ACT/EMP), Ginebra: OIT, 2017, https://www.ilo.org/public/spanish/dialogue/actemp/downloads/events/2017/lima_conf/wibm_fullreport_2017_sp.pdf (consulta: 15 de febrero de 2019).


4 OIT, "Panorama laboral 2017. América Latina y el Caribe", Oficina regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Lima: OIT, 2017, https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---americas/---ro-lima/documents/publication/wcms_613957.pdf (consulta: 15 de febrero de 2019).


*Las opiniones vertidas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, la forma de pensar de la Revista El Aguachile.

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