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Durante la mañana de este 19 de diciembre, Andrés Manuel López Obrador urgió al Congreso a aprobar la creación de la Guardia Nacional, de lo contrario los militares deberán regresar a los cuarteles.


El secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana Alfonso Durazo Montaño, advirtió a los diputados federales que de no aprobarse el dictamen por el cual se crearía la Guardia Nacional, los ciudadanos se encontrarían indefensos ante el regreso de los cuerpos castrenses a los cuarteles.


Las declaraciones de Alfonzo Durazo desataron el cuestionamiento de la vicecoordinadora del grupo parlamentario de Morena, Tatiana Clouthier, y del diputado del PAN Raúl Gracia, quienes acusaron que pareció una amenaza para aprobar al vapor la iniciativa.


“Me preocupa, me ocupa… Sí quiero una Guardia Nacional; no la quiero como la estamos planteando. No entiendo la prisa y tampoco entiendo por qué esta prisa de querer entrar a hacer cambios constitucionales”.

Además, Tatiana Clouthier acusó que eliminar los artículos 76 y 78 constitucionales equivale a “quitarles los contrapesos a la Guardia Nacional o al Ejecutivo, en donde quisiéramos dejar todo el poder en un hombre o en una persona, y eso es totalmente antidemocrático y es en contra de lo que votamos los mexicanos este pasado 1 de julio”.


Como respuesta, Alfonso Durazo dijo que “no se trata de una amenaza, sino de una realidad. Si no se crea la Guardia Nacional, sería una pena, sería lamentable que el gobierno no pudiera contar con un cuerpo de esa naturaleza para enfrentar el problema”.


Mientras se discute en el Congreso la pertinencia de contar con una Guardia Nacional algunos grupos parlamentarios se muestran inconformes, e incluso al interior de la fracción mayoritaria las posturas están divididas. Se prevé que este jueves 20 de diciembre se vuelva a tocar el tema en Cámara de Diputados.

El Presupuesto de Egresos 2019 sigue dando de qué hablar con el recorte a la Secretaría de Cultura por más de 520 millones de pesos, ¿otro error que deberá enmendar el gobierno federal?


Diversas personas pertenecientes al campo artístico y cultural de México se manifestaron en contra de los recursos considerados para el sector en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 presentados el 15 de diciembre pasado, cuyo monto presenta un recorte de 522 millones de pesos respecto a la cifra del año pasado.

El gremio artístico que apoyó el proyecto de nación de López Obrador desde su candidatura se percibe contrariado ante la decisión del ejecutivo, más aún considerando las declaraciones que se han hecho respecto a la importancia de la cultura para la pacificación y reconstrucción del país.

Organizaciones como El grito más fuerte señalan que durante décadas, el sector cultural ha sufrido la precariedad y el desdén de los diferentes gobiernos, los cuales otorgan cada vez menos recursos a escuelas, colectivos y programas enfocados en promover la cultura en el país. Aunque las recomendaciones internacionales proponen que se destine al menos el 1% del PIB a temas culturales, desde 2012 el sector ha visto una disminución rutinaria que coloca los recursos destinados por debajo de ese monto.

El Presupuesto de Egresos 2019, que actualmente se encuentra en revisión ante el Congreso y deberá ser aprobado antes del 31 de diciembre, contempla varias diminuciones en temas como ciencia y tecnología, medio ambiente, sector agropecuario y educación, ensanchando las cifras para programas prioritarios del nuevo gobierno como la pensión para adultos mayores y el programa de becas y capacitación a jóvenes.

Cabe señalar que durante la conferencia matutina de prensa el 19 de diciembre de 2018, el presidente López Obrador declaró que: “se cometen errores, lo importante es rectificar”, refiriéndose específicamente al presupuesto para las universidades estatales, otro de los rubros cuyos recursos fueron reducidos de manera importante. ¿Cuántos errores más habrá en el presupuesto y cuántos estará dispuesto a enmendar el Gobierno Federal?


 

Fuentes

1. Gobierno de México, Paquete Económico para el Ejercicio Fiscal 2019, SHCP, México, 2018. Disponible en: https://www.ppef.hacienda.gob.mx/


2. Rivera, Niza, “¡Sin cultura no hay nación, ni cuarta transformación!”: la protesta del gremio cultural en San Lázaro, PROCESO, México, 2018. Disponible en: https://www.proceso.com.mx/564379/sin-cultura-no-hay-nacion-ni-cuarta-transformacion-la-protesta-del-gremio-cultural-en-san-lazaro


López Obrador y Trump mantienen una característica en común que influirá por completo la relación México-Estados Unidos: una visión nacionalista sometida a un mundo globalizado.


Por: Víctor Fajer


El futuro de la relación entre México y Estados Unidos requiere analizar la visión de sus dos mandatarios y el papel que conciben para sus naciones en el mundo.


Respecto a Trump, lo conocemos tanto por sus declaraciones como por sus acciones, poco le gusta el multilateralismo y lo que hace (o deja de hacer) está orientado hacia lo que, en su visión, beneficia o perjudica a su país. Si la comunidad internacional coincide con los intereses estadounidenses, bienvenida, sino, no.


López Obrador se formó en el nacionalismo-revolucionario, un conjunto de principios que orientaron la política mexicana hasta 1982, y cuyos ejes centrales son: privilegiar el poder público sobre los intereses económicos y el mercado, un importante componente de justicia social o redistribución de la riqueza y, en política exterior, dos principios rectores: la autodeterminación de los pueblos y el principio de no intervención.

Yo no me meto con nadie y nadie se mete conmigo


De manera explícita, López Obrador ha explicado que dichos principios, conocidos como “Doctrina Estrada”, los cuales fueron muy convenientes durante los 70 años que gobernó ininterrumpidamente el PRI (1929-2000), reorientarán la política exterior mexicana actual.


Anteriormente, en el mundo bipolar de la guerra fría, teniendo a uno de las superpotencias como vecino y buscando a la par mantener cierto margen de maniobra frente a ella, el gobierno mexicano evitó tomar partido claro en favor de alguno de los dos bloques en los que se dividía el mundo. ¿Cómo? Evitando pronunciarse sobre los asuntos internos de cualquier país, y entrar en la discusión sobre la muy dudosa calidad democrática mexicana: yo no me meto con nadie, nadie se meta conmigo.


Por la visión de ambos mandatarios parecería que tendremos una relación bilateral sobre bases poco fluidas.

México, Estados Unidos y el narcotráfico


En el tema del narcotráfico, de lograrse la despenalización de la marihuana con fines recreativos en nuestro país, ésta será para consumo doméstico y México no podrá exportarla a los mercados estadounidenses, ya que la regulación de su importación compete exclusivamente a Washington y hoy en día está prohibida, sin miras a que la administración Trump pretenda eliminar esa traba.


Por otro lado, la despenalización de la cannabis tendrá efectos mínimos sobre el combate al narco, ya que el tráfico que afectan a ambos países, no se reduce al comercio de ese estupefaciente. Mientras no se logre una estrategia conjunta que contemple acciones para disminuir el flujo de armas y de dinero del narco de Estados Unidos a México, este tema seguirá siendo complicado en la relación.


El eterno problema de la migración


Como nunca antes el tema migratorio estará presente en la agenda, y no sólo considerando a México como un país expulsor, sino como país de tránsito. La crisis centroamericana abarcó la discusión desde el primer acercamiento entre el nuevo gobierno mexicano y la administración Trump, el que podría ser el primer problema serio en la relación entre ambos países mezclando la administración de Estados Unidos intransigente en el tema, el descontento de la población y autoridades fronterizas por la presencia de los centroamericanos y un gobierno mexicano entre la espada y la pared.


Es cierto que López Obrador ha ofrecido visas de trabajo a los inmigrantes, pero la reacción de la población mexicana (a la que debe su histórico triunfo) se divide al ver que ciertas oportunidades laborales son brindadas a extranjeros. Entonces no sería nada descabellado que diversos sectores comiencen a pedir el cierre de la frontera sur, tal y como lo está haciendo Trump.


Nacionalismo mexicano y estadounidense


Ambos mandatarios comparten una visión nacionalista que estará sometida a prueba en un mundo globalizado. La de Trump ya ha demostrado las turbulencias que genera; respecto a López Obrador, queda por ver como operarán los principios de no intervención y autodeterminación de los pueblos que defiende.


El Presidente de México ha señalado que no opinará sobre la crisis que viven Nicaragua y Venezuela. Sin embargo, frente a una comunidad internacional cada ves más involucrada en los asuntos internos de diferentes países, será más difícil que permanezca neutral, especialmente en temas de ayuda humanitaria, democracia y derechos humanos.

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